¿Qué árboles se enfrentan a la muerte con la sequía?

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Doscientos veinticinco millones de árboles murieron en el sudoeste en una sequía durante el 2002. Trescientos millones de árboles en Texas en 2011. Doce millones el pasado año en California. En todo el mundo, un gran número de árboles se están muriendo en los eventos extremos de calor y sequía. Debido a que esta mortandad puede tener consecuencias importantes para el futuro de los bosques y el futuro del clima de la Tierra, los científicos están tratando de entender cómo el calentamiento global podría afectar la frecuencia con que ocurren los eventos de mortalidad de árboles, y qué tan grave podría llegar a ser.

Doscientos veinticinco millones de árboles murieron en el sudoeste en una sequía durante el 2002. Trescientos millones de árboles en Texas en 2011. Doce millones el pasado año en California. En todo el mundo, un gran número de árboles se están muriendo en los eventos extremos de calor y sequía. Debido a que esta mortandad puede tener consecuencias importantes para el futuro de los bosques y el futuro del clima de la Tierra, los científicos están tratando de entender cómo el calentamiento global podría afectar la frecuencia con que ocurren los eventos de mortalidad de árboles, y qué tan grave podría llegar a ser.

Un biólogo de la Universidad de Utah puede ser capaz de ayudar. William Anderegg y sus colegas buscaron patrones en los estudios previos de mortalidad de los árboles y buscaron algunos rasgos comunes que caracterizan a las especies que sobreviven y a las que mueren durante la sequía. Los resultados, publicados hoy en Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias, pueden ayudar a trazar el futuro de los bosques.

"Hay algunos puntos en común que podemos utilizar para predecir qué especies van a ser más vulnerables en el futuro", dice Anderegg.

A nivel mundial, los bosques absorben dióxido de carbono equivalente a una cuarta parte de las emisiones de dióxido de carbono producidas por los seres humanos. Así que la mortandad de árboles a gran escala no sólo cierra la capacidad de un bosque para secuestrar gases de efecto invernadero, sino que también libera algunos de estos gases en la atmósfera conforme los árboles muertos se descomponen.

Los científicos del clima han tenido dificultades para tomar en cuenta estos cambios en el almacenamiento de dióxido de carbono cuando aplican los modelos climáticos, ya que el efecto de la sequía sobre las tasas de mortalidad diversas especies ha sido, históricamente, difícil de predecir. "Eso es lo que puso en marcha esta búsqueda para entender qué pasa con la fisiología de un árbol que lo predispone a morir durante una severa sequía", dice Anderegg.

Él y sus colegas revisaron 33 estudios publicados sobre mortalidad de los árboles que incluían 475 especies de árboles y más de 760.000 árboles individuales. El equipo tomó nota de las tasas de mortalidad para cada especie, compararon con los 10 rasgos fisiológicos del árbol en búsqueda de puntos en común. Los rasgos incluyen características típicas de los árboles, tales como densidad de la madera, profundidad de las raíces y las características básicas de la hoja, como si la especie fuera un árbol de hoja perenne o un árbol de hoja caduca. Otros rasgos se refieren a la hidráulica de cómo el agua se mueve a través de los árboles.

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Imagen de arbol seco vía Shutterstock