Con el cambio climático, Groenlandia se prepara para la Explotación

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Los efectos nocivos del cambio climático son cada vez más conocidos, y ahora aquí hay otra más: El derretimiento de la capa de hielo en Groenlandia tiene al país ahora preparándose para la fiebre del oro. Conforme el hielo se derrite a un ritmo récord en Groenlandia, los mineros del mundo, los trabajadores petroleros y equipos de construcción ya están planeando ir a ese país en los próximos años, para comenzar a excavar buscando minerales, hidrocarburos y menas por debajo de la capa de hielo en retirada.

Los efectos nocivos del cambio climático son cada vez más conocidos, y ahora aquí hay otra más: El derretimiento de la capa de hielo en Groenlandia tiene al país ahora preparándose para la fiebre del oro.

Conforme el hielo se derrite a un ritmo récord en Groenlandia, los mineros del mundo, los trabajadores petroleros y equipos de construcción ya están planeando ir a ese país en los próximos años, para comenzar a excavar buscando minerales, hidrocarburos y menas por debajo de la capa de hielo en retirada.

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Además, el drástico derretimiento del hielo marino del Ártico puede, dentro de una o dos generaciones, ubicar a Groenlandia en una muy rentable ruta comercial trans-polar entre los océanos Pacífico y Atlántico.

Groenlandia es la isla más grande del mundo, con una superficie total de alrededor de 2,2 millones de kilómetros cuadrados. ¿Cómo está el país respondiendo a estos cambios?

La Primera Ministra Aleqa Hammond está muy atenta.

Fue a finales de marzo de 2013 que Hammond, de 47 años de edad, se convirtió en la primera mujer primer ministro de Groenlandia, marcando los primeros cambios en los partidos en 30 años. Groenlandia es oficialmente una parte de Dinamarca, pero tiene una gran autonomía en casi todas las áreas. El país tiene cuatro veces el tamaño de Francia pero tiene una población de tan sólo 56.000 habitantes.

En ese momento el nuevo gobierno de Groenlandia anunció que no concedería ninguna licencia nueva de perforación marina para extracción de petróleo y gas en aguas árticas del país y también que pondría las licencias existentes bajo un mayor escrutinio. Esta moratoria fue resultado de las inquietudes planteadas por Greenpeace sobre el riesgo de derrames de petróleo y el temor de que las operaciones de petróleo y gas en alta mar aumentaran el cambio climático.

Parece que la Primera Ministra ha cambiado de opinión.

Hammond está siendo cortejada políticamente por los líderes del mundo que ven el Ártico como una zona estratégica emergente.

Groenlandia ha otorgado más de 120 licencias para explorar. Las compañías chinas, estadounidenses, rusas, británicas, japonesas y coreanas, entre otras, han reclamado esos recursos, y el gobierno de Groenlandia ha otorgado más de 120 licencias para la exploración de gas y petróleo, mineral de hierro, uranio, esmeraldas y níquel, así como lo que se cree que son los mayores depósitos de tierras raras vitales para las tecnologías digitales fuera de China.

Los groenlandeses han vivido tradicionalmente en comunidades dispersas y remotas, en gran parte con el apoyo de la pesca y la caza, y Hammond está consciente de que la llegada de decenas de miles de trabajadores extranjeros será tan importantemente perjudicial, económica y culturalmente, como cualquier otra cosa en la historia de Groenlandia.

“El impacto será profundo. Pero nos hemos enfrentado a la colonización, a las epidemias y a la modernización antes", dice ella. "Las decisiones que estamos tomando (para abrir el país a la minería y la explotación de petróleo) tendrán un enorme impacto en el estilo de vida y en nuestra cultura indígena. Pero siempre hemos salido adelante.”

¿Debería Groenlandia estar alentando la fiebre del oro? No todo el mundo piensa que el otorgamiento de licencias es el camino correcto a seguir. Aqqaluk Lynge es presidente del Consejo Circumpolar Inuit, que representa las comunidades Inuit de Alaska, Groenlandia y Canadá en la ONU y en otros foros. Él cree que si alguien quiere llegar a ser rico, eso tiene un precio.

“La gente tiene que imaginar las consecuencias de lo que será la afluencia de mano de obra extranjera. Siendo una minoría en su propio país, ¿es eso lo que quieres? Tenemos que ser más realistas. Debemos ser muy cuidadosos invitando a las empresas mineras extranjeras. Hemos tenido experiencias previas, cuando pueblos enteros se han cambiado con la llegada de los contratistas daneses. Carecemos de expertos en muchas áreas como la salud. 56.000 personas no pueden (hacer) todo", dice.

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Imagen Greenland Village vía Shutterstock