El ecoturismo pone a los animales salvajes en peligro

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El ecoturismo, en el que los viajeros visitan entornos naturales, con la intención de apoyar los esfuerzos de conservación de financiación o impulsar las economías locales, se ha convertido cada vez más popular en los últimos años. En muchos casos se trata de una observación minuciosa de o interacción con la vida silvestre, por ejemplo cuando los turistas nadan con los animales marinos.

El ecoturismo, en el que los viajeros visitan entornos naturales, con la intención de apoyar los esfuerzos de conservación de financiación o impulsar las economías locales, se ha convertido cada vez más popular en los últimos años. En muchos casos se trata de una observación minuciosa de o interacción con la vida silvestre, por ejemplo cuando los turistas nadan con los animales marinos.

Ahora, los científicos naturalistas han analizado más de 100 estudios sobre cómo el ecoturismo afecta a los animales salvajes y la conclusión de que estos viajes pueden ser perjudiciales para los animales, cuyos comportamientos pueden ser alterados de manera que los pone en riesgo.

La investigación se publica 09 de octubre en la revista Tendencias en Ecología y Evolución (Trends in Ecology and Evolution).

Las áreas protegidas de todo el mundo reciben un total de más de 8 millones de visitas al año. "Esta enorme cantidad de visitas, basada en la naturaleza y el ecoturismo, puede ser añadido a la larga lista de los motivos que propician un rápido cambio ambiental inducido por el hombre", dijo Daniel Blumstein, autor principal del estudio y profesor y director de ecología y biología evolutiva en la UCLA.

La presencia de los seres humanos cambia la forma en que se comportan los animales, y esos cambios puede hacerlos más vulnerables a los cazadores furtivos y también en formas menos obvias, dijo Blumstein, quien también es profesor en el Instituto de Medio Ambiente y Sostenibilidad en el Colegio Universitario en UCLA.

Cuando los animales interactúan de maneras aparentemente benignas con los seres humanos, pueden bajar la guardia, dijo Blumstein. Conforme los animales aprenden a relajarse en la presencia de los seres humanos, pueden llegar a ser más audaces en otras situaciones; si esto se transfiere a sus interacciones con los depredadores, serán más propensos a ser heridos o muertos.

La presencia de los seres humanos también puede desalentar a los depredadores naturales, creando una especie de refugio para los animales más pequeños que puede hacerlos más intrépidos. Por ejemplo, cuando los seres humanos están cerca, los monos verdes tienen menos encuentros con leopardos depredadores. Y en el Parque Nacional Grand Teton, alces y berrendos en las zonas con más turistas están menos alerta y pasan más tiempo comiendo, informan Blumstein y sus colegas.

La interacción con las personas puede causar un cambio significativo en las características de las distintas especies a través del tiempo. "Si los animales se habitúan selectivamente a los seres humanos, en particular los turistas, y si las prácticas de turismo invasivo aumentan esta habituación, podríamos estar operando a favor de, o en la creación de rasgos o síndromes que tienen consecuencias no deseadas, como el aumento del riesgo de depredación", escriben los investigadores. "Incluso una pequeña perturbación inducida por el hombre podría afectar el comportamiento o la biología de la población de una especie e influir en la función de la especie en su comunidad."

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Imagen de buzo y tortuga vía Shutterstock