Una colección de egagrópilas (restos de alimento de ave regurgitados) fosilizadas en Utah sugiere que cuando la Tierra pasó por un período de rápido calentamiento hace unos 13,000 años, la comunidad de mamíferos pequeños era estable y resistente y, como especies individuales, cambiaban junto con el hábitat y el paisaje.
Por el contrario, los cambios de origen humano en el medio ambiente desde finales de 1800, han causado una enorme caída en la biomasa y el “flujo de energía” en esta misma comunidad, informaron los investigadores hoy en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias.