Los impactos de Fukushima, ocultos a la opinión pública japonesa

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Los japoneses se mantuvieron desinformados desde el inicio de la catástrofe de Fukushima sobre altos niveles de radiación y sus peligros para la salud, escribe Linda Gunter Pentz. Con el fin de anunciar como "segura" el área de Fukushima, el Gobierno aumentó los límites de exposición a veinte veces la norma internacional. En muy corto tiempo, muchos refugiados de Fukushima se verán obligados a volver a casa para soportar niveles dañinos de radiación.

Los japoneses se mantuvieron desinformados desde el inicio de la catástrofe de Fukushima sobre altos niveles de radiación y sus peligros para la salud, escribe Linda Gunter Pentz. Con el fin de anunciar como "segura" el área de Fukushima, el Gobierno aumentó los límites de exposición a veinte veces la norma internacional. En muy corto tiempo, muchos refugiados de Fukushima se verán obligados a volver a casa para soportar niveles dañinos de radiación.

Una vez que se entra a una zona controlada por la radiación, no se supone que se pueda beber agua y mucho menos comer nada. La idea de que alguien esté viviendo en un lugar como ese es inimaginable.

Uno podría haber esperado una presentación en el Reino Unido dentro de los sagrados recintos de la Cámara de los Comunes, para hablar de la capacidad de Japón para reemplazar, la electricidad otrora generada por sus ahora cerradas plantas de energía nuclear, con energía renovable.

Pero la apasionada polémica de la doctora Lida no era sobre el poder del sol, sino sobre el poder de la propaganda. El 11 de marzo de 2011 podría haber sido el día del gran terremoto de Japón. Pero también fue el comienzo de la Gran Encubrimiento Japonés.

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La foto muestra al líder del equipo de investigación de la OIEA, Mike Weightman, visitando la central nuclear de Fukushima Daiichi el 27 de mayo de 2011 para evaluar los daños del tsunami. Foto: Greg Webb / OIEA banco de imágenes a través de Flickr (CC BY-SA).